Este documento actualiza el Índice de Fragilidad Laboral (IFL) correspondiente al tercer trimestre de 2024 en la región del Gran Buenos Aires.
El IFL sintetiza tres dimensiones: el déficit de empleo, que se refiere a la inestabilidad de las ocupaciones; la precariedad laboral, entendida como la calidad de los puestos de trabajo disponibles; y los ingresos deficientes, que mide el poder adquisitivo en relación con la línea de pobreza. A partir de esta edición, el informe incorpora un nuevo indicador denominado Desprotección laboral que analiza el desempeño de las poblaciones desocupadas, con inserciones inestables y precarizadas en el mercado laboral. Este indicador, derivado del IFL, busca poner de manifiesto la superposición de problemas relacionados principalmente con la precariedad laboral y la inestabilidad.
Asimismo, el informe incluye un análisis sobre la incidencia de la fragilidad laboral en relación con las variables de sexo y edad. El análisis integrado de la Fragilidad Laboral permite observar la complementariedad existente entre las distintas dimensiones. Aunque el empobrecimiento sociolaboral afecta transversalmente a ambas dimensiones demográficas, se destaca una mayor fragilidad laboral entre mujeres y jóvenes.
De acuerdo con el informe, durante el tercer trimestre de 2024 la Fragilidad Laboral alcanzó al 36,9% de la población del GBA. Entre las mujeres jóvenes, este indicador se ubicó en el 50,9%, siendo esta población la más afectada. Por su parte, la desprotección laboral, medida a través de las poblaciones desocupadas, subocupadas y precarizadas, alcanzó el 40,2%, pero entre las mujeres jóvenes ascendió al 57,9%.
Además, el Índice de Déficit de Empleo afectó al 19,5% de las personas activas, el Índice de Precariedad alcanzó al 36,9% de la población ocupada y el Índice de Pobreza e Ingresos afectó al 46,7% de la población que percibe ingresos laborales.