Ana Castellani y Pablo Salinas
El 10 de diciembre se cumple el primer año de mandato del presidente Javier Milei, quien fuera electo el 19 de noviembre de 2023 a través del ballotage, siendo la segunda vez que se usa desde su incorporación en la reforma constitucional de 1994.
Ha sido un año marcado por la intensidad y la inestabilidad política. Por un lado, los modos presidenciales inauguraron una serie de rasgos hasta el momento poco o escasamente transitados en nuestro país, principalmente con relación a las descalificaciones al sistema y sus integrantes, hasta el ejercicio del poder. Desde el plano normativo, con modificaciones muy profundas para el sector público y el privado; sumando a esto el nutrido uso de la herramienta de los DNU (no tanto por la cantidad de decretos per se, sino por la cantidad de normas que son modificadas en cada uno de los mismos).
Por otro lado, se observa una elevada inestabilidad en la conformación de la Administración Pública Nacional centralizada, tanto en lo que respecta a las posiciones como a las personas que las ocupan; precisamente este rasgo distintivo es el que abordamos en el presente informe. Para ello haremos foco en la conformación del gabinete nacional, el cual ha tenido ya cuatro modificaciones sustanciales en cuanto a su composición. Complementaremos esto analizando la rotación de funcionarios/as a lo largo del primer año de gestión tipificando sus causas y demostrando que, desde el retorno de la democracia, el gobierno de Milei es el que más renuncias y despidos ha experimentado en el primer año de gobierno.
Asimismo, se identificarán aquellas jurisdicciones que se expandieron, se redujeron o se transformaron cualitativamente. Producto de un fuerte achicamiento del número de ministerios, nos importa describir la nueva estructura para detectar por donde pasa la concentración de funciones. Por último, analizaremos el perfil sociológico de los 13 ministros que se sucedieron en este primer año de gobierno.
El estudio de la conformación de los gabinetes presidenciales es fundamental para comprender cómo se estructuran y operan los gobiernos (Gené, 2023). La composición de estos gabinetes no solo refleja las prioridades políticas y administrativas del presidente, sino que también influye en la implementación y estabilidad de las políticas públicas. Conocer el perfil de los funcionarios/as de gabinete también brinda indicios sobre los criterios que se privilegian a la hora de seleccionar integrantes para el equipo de gobierno. Finalmente, la estabilidad o inestabilidad de cargos y personas que los ocupan también habla de los modos en los que el titular del Ejecutivo ejerce el poder (Salas Oroño, 2024).
