En el presente documento se actualiza la incidencia y la evolución de la Fragilidad Laboral en Argentina entre el segundo trimestre del 2016 y el cuarto trimestre de 2023.
La fragilidad laboral se ha caracterizado por sostener una tendencia al alza desde 2018, en el marco de la fuerte contracción de la actividad económica y caída de los ingresos operada entre 2018 y 2019. La misma se ha visto profundizada por la irrupción de la pandemia en 2020, alcanzando el valor más alto de la serie durante el último trimestre de dicho año (42,3%). Si bien durante el 2021 la evolución de los datos expresa un descenso, continúa en niveles altos, entorno al 38,0%. Por su parte, durante el 2022 se exhiben valores similares al año previo, hasta alcanzar un nuevo pico de 36,0% durante su tercer trimestre. Recién en el cuarto trimestre de 2022 se verifica un descenso al 33,9%. Por su parte, en el primer semestre de 2023 se evidencia un estancamiento en los valores de la fragilidad laboral.
El índice se situó en 33,6% en el primer trimestre y en 34,4% en el segundo. Durante el segundo semestre, la situación no ha mejorado significativamente dado que para el tercer trimestre la fragilidad laboral se ubicó en 32,9% y para el cuarto ascendió al 35,0%. Asimismo, en relación al tercer y cuarto trimestre del 2023, la desagregación del IFL en sus tres dimensiones arroja los siguientes valores: el IDE se ubicó en el 10,5% y en el 12,2%, el IP en el 48,3% y en el 48,7% y el IPeI en el 40,0% y el 44,3%, respectivamente.