Pulso Laboral N°1 Octubre 2022 ISSN en trámite
Homenaje a Victorio Paulón
El gran dirigente metalúrgico nos dejó el 5 de mayo de este año. Compartimos su intervención en el Encuentro “Memoria, lucha obrera y Condiciones de Trabajo” que organizamos desde el OCT en conmemoración del Día de la memoría por la verdad y justicia en 2021.
Victorio Paulón: Estaba pensando que este año es muy particular porque recordamos los 100 años de la Forestal, también hace muy poco se cumplió el centenario de la Semana Trágica, y ya son más de 100 años de las luchas de los obreros rurales en la Patagonia. ¿Qué motivó las diferentes rebeliones? Todas ellas fueron sangrientamente reprimidas, hubo entre 500 y 1500 muertos en cada una. ¿Por qué esa reacción frente a distintas luchas que tenían en el centro las condiciones de trabajo?
En los Talleres Vasena la reducción de la jornada laboral era el principal reclamo, más allá también de un pequeño aumento salarial, porque era pequeño lo que pedían.. En la Patagonia lo mismo, la descripción que hace Bayer es tremenda cuando cuenta que en el pliego de condiciones pedían un paquete más de velas para alumbrarse a la noche en los galpones donde paraban los peores y que los botiquines tuvieran las instrucciones escritas en castellano, porque la mayoría de los estancieros que eran ingleses, los traían directamente de allá. Y en la Forestal, ni que hablar, las condiciones de semiesclavitud que se vivían; desde el fondo de la historia del movimiento obrero, las luchas por las condiciones de trabajo siempre han estado presentes.
Después nos encontramos con la otra gran oleada de revueltas en las décadas del 60’ y del 70’, cuando se instalan las grandes empresas industriales y el fordismo se encontraba en pleno esplendor y mandaba el toma tiempo. Cada puesto de trabajo era milimétricamente cronometrado, para ver si era posible un movimiento más para aumentar la productividad. Esta situación resultó el mar de fondo, porque a mí no me van hacer creer que los obreros de la Ford, los de la Renault, y los de la FIAT de Córdoba ganaban mal, en términos relativos eran los salarios industriales más altos y sin embargo se produjeron las rebeliones más grandes. Los compañeros del SITRAC – SITRAM, los del SMATA de Córdoba, cuentan que se trataba de una nueva generación industrial que estaba sometida a ritmos de trabajo insoportables.
En Villa Constitución también, Acindar sobre todo, había una vieja práctica de la empresa. Luego de las huelgas declaradas por la seccional intervenida por la UOM y que no tenía prácticamente representantes elegidos por los trabajadores, se conseguía el aumento esperado, aunque también se producía una ola de despidos. Los despedidos eran fundamentalmente los activistas y los enfermos, los que habían sufrido accidentes, o tenían algún tipo de discapacidad. Eran desde el punto de vista de la empresa despidos profilácticos. Esa práctica del descarte de la mano de obra permanente estuvo muy presente en los reclamos. Por eso, antes de ganarse el sindicato, cuando se recuperaron los puestos de delegados, comenzaron a circular petitorios internos, vinculados a las condiciones de trabajo. ¿Y cuál era la medida? Lo que se conoce son las tomas de fábricas, las grandes huelgas, que son episodios excepcionales. Se producían medidas en los distintos sectores de la fábrica, fundamentalmente destinadas a bajar la producción, la puja en el fordismo era por el control de la línea de producción.
Ahora con los robots está mucho más complicado, porque está más fragmentada la producción, porque quién pone el ritmo es el robot, pero en aquellos tiempos era perfectamente factible producir menos, y disminuir el ritmo de producción como medida de lucha. Entonces esa puja, por el control del proceso de producción es lo que fortalecía la organización local de las comisiones internas y de los cuerpos de delegados. A veces tenían mucho más poder ellos, que el propio sindicato, porque estaban vinculados al ritmo y la producción. Y al tratarse de un momento de expansión, y de gran demanda de productos, los patrones no se podían dar el lujo de sostener largos conflictos, se veían obligados permanentemente a negociaciones y acuerdos para garantizar que la producción saliera.
Entonces fueron acumulando la revancha y la dieron toda junta de un solo golpe. Por eso la dictadura militar estuvo destinada fundamentalmente a ese sector del sindicalismo. A la organización local, a la organización en el lugar de trabajo, a las comisiones internas y delegados. Si nosotros miramos el mapa de los desaparecidos, vamos a ver muy claramente la proporción de dirigentes nacionales en comparación con delegados y comisiones internas.
Por eso, vincular esa lucha histórica por las condiciones de trabajo con el terrorismo de Estado, me parece que es el camino que nos va a permitir entender cómo fue el proceso histórico. (…)
No es este un tema de nostalgia, de recordación, de valorar fechas históricas, sino que es un tema que sigue actuando en el presente y cada vez con más fuerza. Porque hay actividades cuyas condiciones de trabajo son exactamente iguales a la de la década del 70’ y en algunos casos a las de principio de siglo.
Lo último que quiero decir… ¿Por qué aún en la memoria colectiva sigue teniendo tanta referencia el peronismo?, ¿qué pasó en esos 10 años del 45 al 55 con la estabilidad y la organización sindical en los lugares de trabajo?, ¿con los convenios colectivos que discutían condiciones generales y el entramado de protección al mundo del trabajo?. Todo eso se va transmitiendo de generación en generación y como el punto de referencia colectivo más importantes es ese periodo. Por esta razón me parece que nosotros tenemos muchos elementos en nuestra propia historia para generar referencias colectivas de esas banderas imprescindibles.
Lecturas recomendadas
- El libro de Victorio Paulón: “Una gran huelga”. UOM. 2012
-
El testimonio de Victorio Paulón, en el canal de la Biblioteca Nacional.
- La nota ”Los puentes de Victorio Paulón” de Victoria Basualdo.